Ética global: el proyecto de la ONU |
En septiembre de 2000, en la Cumbre del Milenio, una Carta para la Democracia Global será presentada ante la Asamblea de la ONU para asegurar el futuro de la tierra. Aunque en el pasado fallaron los intentos de conseguir el apoyo de la Asamblea General para adoptarla, no se han dejado de promover sus ideas
Desde hace tiempo un grupo está trabajando para conseguir la aprobación de las Naciones Unidas para lo que llaman la Carta de la Tierra. Según informó hace poco el servicio Noticias de la ONU, el proyecto viene promovido por los Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo y para el Medio ambiente, aunque implícitamente. Además, forman parte de los grupos que apoyan la idea el Fondo para la Población, la Comisión y el Comité de Derechos Humanos, la Comisión sobre la Condición de la Mujer y el Comité de Seguimiento de la Convención de Eliminación de toda forma de Discriminación de la Mujer.
La lista de los promotores y las ONG«s y políticos que apoyan la Carta para la Democracia Global llena ocho páginas. Encontramos dos docenas, al menos, de ONGs con estatuto consultivo ante el Consejo Económico Social de las Naciones Unidas; al Vice-presidente del Comité de ONGs para el Desarrollo Sostenible de la ONU, Richard Jordan; y a Tom Spencer, inglés, funcionario de la ONU, del masónico Foro del Estado del Mundo.
Mientras la ONU ha hecho cosas positivas en defender a los pobres y promover los derechos humanos, según Mary Jo Anderson en el Catholic World Report, se puede percibir en muchos de sus proyectos una ideología incompatible con la fe cristiana. La mezcla de feminismo, marxismo, ecología radical y pensamiento New Age, que infunde muchos de sus proyectos, pretende reemplazar los principios morales y religiosos tradicionales. Intenta aumentar el papel de los tratados internacionales formulados por un grupo de activistas radicales, con el apoyo de fundaciones filantrópicas norteamericanas y de algunos Gobiernos.
A inicios del octubre pasado, en San Francisco, se tuvo la quinta reunión del State of the World Forum, con el tema central La Necesidad de un nuevo espíritu mundial. Una de las fuerzas que está detrás de este foro es la Fundación del ex-líder soviético Gorbachov. Además, cuenta con el apoyo del Carnegie Endowment for International Peace, las fundaciones Ford, Mellon y Pew y la Cruz Verde Internacional. En algunas de las ponencias se criticó abiertamente la doctrina cristiana como dañosa para la ecología, y postulan una ética menos antropocéntrica y más circular, en la cual se concibe la Tierra como una forma de vida vital que conecta todos los seres vivientes en una especie de espiritualidad. Una de las organizaciones que promueve este pensamiento es el grupo World Goodwill, la cara pública del Lucis Trust, una organización teosófica fundada en 1933 por Alice y Foster Bailey.
La Carta de la Tierra, proyecto lanzado en 1994 por Maurice Strong, del Consejo de la Tierra, y por Mijail Gorbachov, pretende lograr cambios fundamentales en las actitudes y valores, y propone medidas para limitar el número de hijos, redistribuir la riqueza, cambiar los sistemas económicos y adoptar una ética del tipo New Age. Los países del tercer mundo son especialmente vulnerables a sus presiones: durante una reunión en La Haya el representante declaró que Nicaragua aceptaría los programas de educación sexual y control de población, porque la mitad de su presupuesto nacional viene del Banco Mundial. Uno de los personajes que está detrás de la organización de la ONU en este campo es Maurice Strong, un hombre de 70 años, proveniente de Canadá, consejero del Secretario General de la ONU, Kofi Anan, y también del presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, y es miembro del consejo directivo de la Fundación Rockefeller. Strong es el dueño de un rancho en Colorado, donde tiene un centro New Age, que cuenta con un zigurat y un templo védico.
En los pasados meses se han tenido varias reuniones para promover el proyecto de la Carta de la Tierra. En el centro del Consejo Mundial de Iglesias, Ginebra, Suiza, un grupo de cincuenta eruditos cristianos, teólogos y ministros se dedicaron dos días y medio a celebrar conferencias y discusiones sobre la Carta de la Tierra. El próximo julio tendrá lugar una Conferencia sobre Espiritualidad y Desarrollo Sostenible en Asís, Italia, que reunirá a algunos grupos involucrados en el proceso de la Carta de la Tierra en Europa.