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¿Piden disculpas o se Justifican? |
‘YO NUNCA me disculpo’, escribió George Bernard Shaw. Y éste ha sido lamentablemente, el proceder de los testigos de Jehová hasta la fecha. No sabemos las razones que les llevan a actuar así, pero NUNCA han pedido perdón por los miles de muertos que acumulan gracias a sus ‘prohibiciones' absurdas, primero, de las vacunas, después de los trasplantes de órganos, y en la actualidad, de las transfusiones de sangre, NUNCA se han disculpado por los sacrificios y cargas a que han llevado a sus correligionarios, NUNCA han lamentado los excesos, los dogmatismos, las roturas... Tampoco ha salido de su boca, unas palabras de disculpa por los muchos años de cárcel que sus miembros han acumulado a través de los años, por no realizar algún servicio a Estado que ahora permiten. Y por supuesto, ni una sola palabra de disculpa por los errores doctrinales, los pronósticos fallidos, las expectativas falsas, que tanto daño han hecho a sus miembros. El caso es, que cuando la Iglesia Católica u otras iglesias han pedido perdón o han rectificado doctrinas o modos de comportamiento siempre han reseñado tal noticia en tono burlesco. Por eso, sorprende encontrar en sus palabras, algún tipo de expresión que den a entender un error cometido en el pasado, un reconocimiento del mismo, y una solicitud de disculpa. El ¡Despertad! de 8 de septiembre de 1999, pág. 30 parece que refleja tal hecho. En su apartado De nuestros lectores reproducen una carta de un lector, que comenta sobre el tema del antisemitismo. Dice: No somos antisemitas. Gracias por admitir que les pesa haber dicho algo. Aunque me habría gustado ver publicada una disculpa por este comentario, su explicación en cuanto al contexto en que se hizo fue aceptable. Por favor, sigan efectuando su buena labor, pues los lectores agradecemos la profundidad y honradez de ¡Despertad! W H., Estados Unidos Y ellos añaden el siguiente comentario: El lector se refiere a los comentarios que aparecen en la resolución "Declaración de los hechos", adoptada en 1933 en una asamblea celebrada en Berlín (Alemania). (Véase el artículo "Los testigos de Jehová se enfrentaron con valor al peligro nazi", en ¡Despertad! del 8 de julio de 1998.) Como se indicó en el artículo, nada de lo que se dijo en la declaración de 1933 se hizo con la intención de expresar hostilidad contra los judíos ni aprobarla, y si algunos de los comentarios dan esa impresión hoy día, lo lamentamos. Si alguien en los años treinta pensó que la "Declaración de los hechos" daba a entender que los testigos de Jehová eran antisemitas, tal impresión equivocada pudo haberse corregido fácilmente al observar los actos valerosos y compasivos que realizaron muchos Testigos a favor de los judíos. Además, las publicaciones de la Sociedad Watch Tower estuvieron entre las primeras en revelar el trato que recibieron los judíos de Europa y expresar su indignación por ello. -La Redacción. Y es que, después de más de 50 años de ocultar sistemáticamente los ocurrido, ha salido a la palestra que la dirección central de los testigos de Jehová de la década de los 30, trató de colaborar con el gobierno de Hitler y contra el pueblo judío. Recojo literalmente y reproduzco los escrito por James Penton, ex-testigo
de Jehová, en su libro 'Apocalpsys Delayed' que dice: "Como
se ha señalado frecuentemente, los Testigos de Jehová tienen un registro muy
sobresaliente en contra del Nazismo y de ser mártires en los campos de
concentración del Tercer Reich antes que renunciar a su fe. Pero lo que no conocen
generalmente los historiadores ni la mayoría de los Testigos mismos, es que
en la primavera de 1933, los dirigentes de la Watchtower intentaron apaciguar
a los Nazis por medio de proclamar su lealtal a los principios del gobierno
Nacional Socialista y por medio de expresar claramente declaraciones
antijudías. En
Abril de aquel año, los dirigentes de la oficina de la Watchtower en
Magdeburgo fueron arrestados por orden del gobierno y por aquel entónces, los
Testigos fueron puestos bajo proscripción en la mayor parte del Reich. Por
eso el Juez Rutherford y Nathan Knorr volaron hasta Berlín y prepararon una
'Declaración de hechos' (Declaration of Facts) que se presentaría unos
cuantos días después en una asamblea que se convocó rápidamente en Berlin con
más de 7,000 Testigos alemanes y después de que Rutherford y Knorr hubieran
vuelto a Nueva York. Después de la asamblea, los Testigos alemanes -leales a
las instrucciones de Brooklyn- distribuyeron 2.1 millones de copias de la
'Declaración' por toda Alemania, mientras los dirigentes de la sucursal de la
la Watch Tower enviaban copias a importantes oficiales del gobierno. (Anuario
1974, 110,111). Sin embargo, la 'Declaración' no hacía un llamamiento
emocionante para que los Testigos se opusieran a la opresión del gobierno de
Hitler tal y como ha afirmado la sociedad Watch Tower (Propósito Divino,
130), sino, más bien, fue un intento de apaciguar al Führer Nazi y a los
oficiales de su partido. El
Anuario de los Testigos de Jehová para 1974 admite que muchos en
la asamblea de Berlín estaban decepcionados con la 'Declaración', dando a
entender que ellos querían una declaración anti-Nazi más enérgica. Además,
cita una carta a Adolf Hitler de parte de la sucursal de la Sociedad y que se
envió con una copia de la 'Declaración', la cual incluía la siguiente falsa
afirmación: 'La presidencia de Brooklyn de la Watch Tower es y siempre ha
sido sumamente amistosa con Alemania. En 1918 el presidente de la
Sociedad y siete miembros del cuerpo directivo en Estados Unidos fueron
sentenciados a 80 años de prisión porque el presidente rehusó hacer que
dos revistas de los Estados Unidos y que él editaba, se usaran como
propaganda de guerra en contra de Alemania. El Anuario para 1974
dice sin embargo que la 'Declaración' fue atenuada, evidentemente en su
traducción, por el superintendente de sucursal alemana de la Sociedad, Paul
Balzereit; y daba a entender que fue él, más bien que el Juez Rutherford, el
responsable de intentar un compromiso con el Nazismo.(Anuario 1974, 111)
Pero esa versión es, como mucho, solo verdad en parte.
Balzereit
puede muy bien haber "atenuado" la 'Declaración'; él y los Testigos
Alemanes - no Rutherford ni Knorr - se encaraban a una perspectiva de
persecución Nazi. También, el Anuario para 1974 está sin duda
justificado cuando da a entender que él o al menos algún miembro del personal
de sucursal alemana, escribió la antes citada carta a Hitler. No obstante, la
'Declaración' aparece en el Anuario de los Testigos de Jehová para 1934
como una declaración oficial del la Sociedad y del presidente de la Sociedad;
y hoy día, tanto desde el punto de vista de los Testigos de Jehová como de
otros, el documento es el de mayor compromiso en su intento de congraciarse
con el Nacismo antisemita y mostrar antipatía a Gran Bretaña y Estados
Unidos. La 'Declaración', bajo una subsección intitulada "Judíos",
dice: "Es falsa la acusación de nuestros enemigos de que
hayamos recibido ayuda financiera para nuestra obra de parte de los judíos.
Hasta la hora presente, ni una pizca de dinero se ha contribuído para nuestra
obra de parte de los judíos. Nosotros somos fieles seguidores de Jesucristo y
creemos en él como el Salvador del mundo enviado por Dios para el bien del
hombre. Esto en sí mismo debería ser suficiente prueba de que nosotros no
recibimos ningún apoyo de parte de los judíos y que por lo tanto, los cargos
contra nosotros son maliciosamente falsos y podrían proceder solo de Satanás,
nuestro gran enemigo. El más grande y más opresivo imperio sobre la tierra es el
imperio Anglo-Americano. Con eso se da a entender el Imperio Británico, del
cual, los Estados Unidos de América forman parte. Ha sido el comercialismo
judío del imperio Británico- Americano el que ha edificado y traído al Gran
Capital como un medio de explotación y opresión de gentes de muchas naciones.
Este hecho aplica particularmente a las ciudades de Londres y Nueva York, los
baluartes del Gran Capital. Este hecho es tan manifiesto en Norte América,
que hay un proverbio concerniente a la ciudad de Nueva York que dice:
"Los judíos la poseen, los católicos irlandeses la gobiernan, y los
americanos pagan los impuestos." Nosotros no tenemos contienda con
ninguna de esas personas mencionadas pero, como Testigos de Jehová y en
obediencia a su mandamiento basado en las Escrituras, nos vemos obligados a
llamar la atención concerniente al asunto para que la gente pueda ser
iluminada en lo que respecta a Dios y su Propósito". (Anuario para
1934, 134) Esto no fue todo. Después de condenar a la Liga de Naciones, la 'Declaración' decía: "El presente gobierno de Alemania se ha declarado contra los opresores del Gran Capital y en oposición a la influencia ilegítima de la religión en los asuntos políticos de la nación. Pues esa es exactamente nuestra posición." Y entónces se proclamaba: "En lugar de estar en contra de los principios defendidos por el gobierno de Alemania, nosotros estamos rotundamente a favor de tales principios, y afirmamos que Jehová Dios a través de Jesucristo llevarán a cabo la realización de esos principios." (Ibid, 135, 136, 138-9) Por supuesto, como los Testigos decubrieron pronto, los Nazis no se dejaron impresionar y hasta quizá encolerizaron más por la distribución general de la 'Declaration of Facts,' desencadenando una ola de persecución contra ellos casi inmediatamente.(Anuario para 1974, 11, 112) Pero fue entonces, y solo entonces, que Rutherford, la Sociedad, y los líderes Testigos alemanes decidieron oponerse a la política Nazi de un modo intransigente". Estas declaraciones compromenten seriamente la alegación que suelen mantener en el sentido de que "en contraste con otras iglesias, solo los Testigos de Jehová se opusieron al régimen de Hitler." Por más que les pese, están ahí y representaron EL PUNTO DE VISTA OFICIAL de la entera organización entonces. La Declaration estaba firmada por Joseph F. Rutherford y Nathan H. Knorr. El caso es que los Testigos no presentan una clara disculpa por este inicuo proceder contra los judíos, sino que dicen: Como se indicó en el artículo, nada de lo que se dijo en la declaración de 1933 se hizo con la intención de expresar hostilidad contra los judíos ni aprobarla, y si algunos de los comentarios dan esa impresión hoy día, lo lamentamos. Observe: ¿Por qué lamentan que tales comentarios 'den esa impresión hoy día'? Si una persona que lee esos comentarios hoy día' llega a sacar esa impresión, ¿qué impresión sacaría en 1933 un judío que leyera esa 'Declaración de hechos'? ¿Qué impresión sacaría el propio Hitler con sus declaraciones? Si se condena al Papa Pio XII porque no fue muy claro en su defensa del pueblo judío y en su condena del holocausto nazi, ¿qué podría deducir cualquier persona de la lectura imparcial de este texto 'seriamente meditado' por sus redactores? |